El equipo de investigación, que publica su teoría en la revista International Journal of Management, no online, explica cómo los negocios pueden fijarse en algunos procesos naturales para reestructurarse.
Según informa Alphagalileo, Palmira López-Fresno, de la empresa STIGA, está trabajando junto a Fernando Fernández-González, del Hospital Central de Asturias, para demostrar cómo un proceso análogo a la apoptosis (función que regula la muerte programada de las células), puede ayudar a las empresas a eliminar partes de su negocio o de sus operaciones poco efectivas o que, directamente, no funcionan bien. De este modo, sostienen, se podría prevenir la extensión de una decadencia comercial que podría afectar a otras partes de la organización, provocando en última instancia su desaparición.
La muerte programada de las células, conocida en biología como "apoptosis", es un proceso natural en el que células dañadas, enfermas o no deseadas son estimuladas para que se destruyan a ellas mismas.
La utilidad del proceso
La apoptosis es un proceso tremendamente útil. Bajo circunstancias normales, ayuda a formar los fetos, permitiendo a los dedos separarse para formar las manos, por ejemplo. Este mecanismo también permite al cuerpo erradicar células errantes que pueden ser destructivas si las deja a su libre albedrío. Asimismo ejerce una labor de control en la réplica celular y prevé el tipo de réplica que después puede derivar en un proceso cancerígeno.
López-Fresno y Fernández-Gónzalez enmarcan esta aplicación de la apoptosis en la RPN, que se ha convertido en un enfoque muy efectivo y flexible para incrementar la productividad mediante una reducción del tiempo y los costes de los procesos, mejorando la calidad y la satisfacción del cliente. El núcleo de la RPN es la reformulación y el rediseño radical del proceso de negocio para conseguir mejoras drásticas en áreas clave.
El primero que introdujo este concepto al mundo de los negocios fue el informático del MIT Michal Hammer en los años 90. Su planteamiento era muy sencillo. La mayor parte del trabajo que se realiza no proporciona ningún valor a los clientes, por lo que este trabajo debe eliminarse. En su lugar, las empresas deben reconsiderar sus procesos para maximizar el valor a los clientes al mismo tiempo que se minimizan el consumo de los recursos necesarios para sacar al mercado un nuevo producto o servicio.
En cualquier caso, la RPN no es la panacea. Los investigadores advierten que implementarla es complejo y no garantiza buenos resultados, a no ser que se tengan en cuenta tanto los factores de éxito como los factores que fallan.
Señalan que si una organización pasa por alto fallos localizados, entonces la falta de motivación, la pérdida de credibilidad y otros problemas clave pueden extenderse como una enfermedad a través de un tejido y terminar "matando" el negocio.
Cortar por lo sano
Para parar estos procesos, López-Fresno y Fernández-González sugieren a los negocios adoptar la apoptosis como un modo de proceder estandarizado dentro de la organización.
Los sistemas de mejora y autoprotección pueden introducirse mediante lo que ellos denominan "mecanismos estructurados y virtuales". Éstos son introducidos en cada parte de los procesos dentro de la organización y se pondrán en funcionamiento en un momento específico, cuando las condiciones de la organización se acerquen a un "punto sin retorno" (crisis). Al desencadenarse esos mecanismos estructurales, se provoca la muerte programada y localizada de aquellas partes de los procesos internos de una empresa que no funcionen correctamente.
Ante la pérdida de eficacia o importancia de algunas unidades de negocio o departamentos se puede aplicar el principio biológico de la apoptosis. Esto significa que esas partes del negocio se sacrificarán por el conjunto de la empresa para salvarla de una muerte segura.
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